EL CIRCO DE LOS HORRORES

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Hace unos meses, nadie podía prever qué sucedería con el brexit y yo cerraba mi artículo “De conductores, popurrís y planes B” (13 de agosto de 2019) deseando un feliz Halloween a nuestros amigos de las islas. Hoy escribo estas líneas pasado el 31 de octubre, fecha límite para la salida del Reino Unido de la UE, prorrogada al 31 de enero de 2020 (con elecciones de por medio). De haber tomado el proceso otro cauce, me encontraría hablando de la situación de Europa sin la Union Jack. Pero, a pesar de todo, sigue habiendo cosas terroríficas en el horizonte. Se me ocurren muchas, aunque he acabado decantándome gracias a la serie de la BBC Years & Years (2019), de la que he disfrutado estos últimos días. Years & Years es un fresco que pinta la situación de un mundo que asusta. La acción arranca en 2019 y abarca unos quince años, a través de los cuales se nos va mostrando un futuro bastante viable e inquietante. Al margen de otros temas, quedé muy impactado con el personaje de Emma Thompson, quien interpreta a una nueva rica populista y carismática aspirante a Primera Ministra del RU (¿les suena?). Sin ánimo de revelar su final, debo decir que, tras su mandato, triunfa en los medios de un hipotético dos mil treinta y un payaso con pajarita móvil (literalmente).  

La figura del payaso terrorífico no es algo de ayer –basta con echar un vistazo a toda la literatura y el cine de terror sobre ello: sirvan como ejemplos Pennywise, el payaso de IT (1986), de Stephen King; o cintas tan raras como Payasos asesinos del espacio exterior (1988). Más espeluznante aún: recuerden los asesinatos del perturbado John Wayne Gacy, alias “Pogo the Clown” o “Killer Clown”; incluso Ronald McDonald, artífice de aneurismas e infartos cardiovasculares desde 1963. Yo no soy nada aprensivo con este tipo de individuos, pero sí con los tontos y los necios –sobre todo con los segundos, pues un tonto no tiene la culpa de serlo, mientras que un necio sí. Me cuesta entender cómo especímenes de la ralea de Trump, Bolsonaro o Salvini, entre otros, gobiernen países como EE.UU., el de los Franklin, Adams & company; o Italia, cuna del Imperio Romano. Ante esto, uno se pregunta qué hemos hecho para merecerlo, todos nosotros. No sé dar una respuesta concreta, porque tampoco sé si existe. 

Un líder debería erigirse como un modelo para toda la sociedad, más si cabe en el caso de un presidente de Gobierno. Comparen si no a Lincoln, a Roosevelt, a Augusto, a Trajano o a Marco Aurelio, todos con sus luces y sus sombras, con un magnate de la construcción con delirios megalómanos o con un hortera de pechera abierta y cadena de oro al cuello. ¿En serio no les inquieta que tengan la última palabra en la educación de nuestros “benjamines”? Si el conocimiento supone libertad, ellos están logrando coartársela. Si el conocimiento es poder, ellos no constituyen el mejor ejemplo. Por eso, con modelos inadecuados lo que se fomenta es la incultura y, lo que es aún peor, el alarde de la ignorancia. ¿Qué esperan de un público que se divierte aplaudiendo los números de un circo de payasos que, en vez de tartas, se lanzan invectivas? Aquí la respuesta: el éxito de los reality shows y de las tertulias a lo Sálvame. Así que, pregúntense si merece la pena pagar entrada (ah, y no se admiten devoluciones).  

Cuando este artículo se publique, comprueben si el peligro ya se fue junto con la Noche de Brujas”. Yo aún mantengo la luz encendida y la puerta del armario abierta, solo por si acaso el coco sigue aquí. 

Sociego, 
Burgos, 3 de noviembre de 2019 

Comentarios

  1. Y sigue con la luz encendida y la puerta del armario abierta, que el próximo domingo tenemos elecciones.
    Meigas fora, por si acaso.

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